

Es innegable que 2020 fue un año particularmente desafiante para lanzar medicamentos innovadores que no fueran para tratar o prevenir la COVID-19.
El entorno de los lanzamientos se vio directamente influenciado por la pandemia de la COVID-19, que afectó especialmente a dos factores que son clave para un lanzamiento: el mercado dinámico, es decir, recetas nuevas y cambios de tratamiento, y la interacción presencial con los profesionales de la salud.